Soy Fran, tengo 23 años y vivo en Costa
Rica, me encanta viajar, no hay nada que me motive más que ahorrar para ir a
nuevos lugares, pero siempre me encanta volver a casa.
Mi bisabuelo paterno fue un señor
italiano, el cual no conocí pero sí sus recetas, especialmente los famosos
spaghetti. Mi familia es muy unida tanto del lado de mi mamá como de mi papá,
las fiestas se celebran en grande y con mucha comida, cosa que nunca falta
gracias a Dios.
Mis grandes pasiones son el ballet,
jazz, yoga y danza en telas, aunque también me gusta probar cosas nuevas.
Soy estudiante de arquitectura, carrera
que demanda gran parte de mi tiempo, por lo que trato de balancearme liberando
estrés por medio del ejercicio y la cocina (especialmente me gusta cocinar
postres).
Voy mucho, mucho a la playa. Desde que
tengo memoria siempre he ido a la playa con mi familia, la ventaja de vivir en
un país donde la playa más cercana queda a 1 hora de la capital facilita las
visitas constantes al mar, me encanta estar descalza y en vestido de baño. El
frío nunca ha sido mi mejor amigo.
Disfruto leer. Amo el té en todas sus
presentaciones, siempre digo que es paz líquida y es muy beneficioso para la
salud. Tengo un perro que es bastante grande el cual me roba el corazón todos
los días, es un fiel compañero y me protege más de la cuenta.
Ah sí... Y de paso debo de comer siempre
sin gluten. Soy celiaca, muy nueva en esto en realidad. Fui diagnosticada en
septiembre 2014 y estoy aquí escribiéndoles después de que mi mamá me motivara
a compartir las pocas y muchas experiencias que he tenido en el transcurso de
estos meses; porque como ella siempre me dice ´´todo pasa por algo´´ siempre
hay un motivo del por qué suceden las cosas y tal vez, solo tal vez uno de los
motivos de que yo haya sido diagnosticada con intolerancia al gluten sea que
por medio de mis experiencias ayude a otros que vienen entrando en este mundo
de la celiaquía, o bien encontrar contactos y amigos que juntos podamos crear
una red de bienestar para intercambiarnos consejos.
¿Cómo me di cuenta que era celiaca?
Desde hace aproximadamente 8 años siempre tenía dolores de estómago y todo me
caía mal (los celiacos saben a lo que me refiero), pero siempre aumentaba en
períodos de estrés; ya fuera por exámenes del colegio o peor aun cuando entré a
la universidad y tenía que presentar las miles de entregas de trabajos que mi
carrera me exigía. Por lo que mis papás (al igual que yo), siempre pensamos que
era estrés y que debía de relajarme y ser una persona más tranquila. Lo
intenté, en serio que sí, hasta que con el paso de los años me fui conociendo
más y conociendo mi estómago; y me fui dando cuenta que en ciertas ocasiones no
estaba estresada ni tensa pero aun así las visitas al baño porque algo me había
caído mal eran frecuentes cada semana, nunca faltaban. Aprendí a vivir con el
problema y ya sabía que pastillas me quitaban este dolor o el otro; hasta que a
inicios del 2014 decidí por mis propios medios buscar ayuda solo para
corroborar que todo anduviera bien.
Tengo la dicha de estudiar en una
universidad del Estado que me ha brindado muchas facilidades, entre ellas las
consultas médicas gratuitas. Por lo que comencé a ir a la clínica de la
universidad para hacerme chequeos rutinarios, le conté a la doctora sobre mis
problemas con el estómago y desde el primer instante sospechó que fuera
celiaca, y me mandó a hacer pruebas de sangre, yo me lo tomé a la ligera y me
dije a mi misma ´´No creo... ¡Jamás! En mi casa siempre comemos pasta y nunca
me ha caído mal. Además esa enfermedad de celiacos es una moda.´´ ¿Por la boca
muere el pez? ¡Já! No creo que haya sido por eso, pero yo era una más de las
personas ignorantes que no conocían sobre el tema, y no los culpo, es una
enfermedad relativamente nueva y hay muchas personas que usan las dietas libres
de gluten para bajar de peso, así como las industrias que venden productos
carísimos sin gluten, sin azúcar y sin nada que te engorde; como me dijo mi
gastroenterólogo ahora todos quieren ser celiacos.
Después de la gastroscopia, del
resultado de la biopsia del intestino, de las pruebas de sangre y de mi cuadro
clínico; la doctora de la universidad me diagnosticó celiaquía y me explicó que
el paso siguiente sería ver a un gastroenterólogo y una nutricionista. ¿Me
deprimí? Sí. ¿Lloré? También. Porque no era justo que yo tan joven con 22 años
tuviera que cuidarme el resto de mi vida con la comida (cosa que todos
deberíamos de hacer de todas formas). Pero, ¿leer por siempre las etiquetas de
los alimentos? No jamás, es demasiado para llevarlo a cabo toda una vida. Mi
familia tampoco entendió bien que era todo eso de la celiaquía, creían que
estaba exagerando si no quería comer algo que no estaba segura si no contenía
gluten, pero no los culpo. Solo uno sabe lo mal que se ha sentido miles de
veces, lo horrible de estar en casas ajenas y el ´´ ¡Oh no! Algo me cayó mal´´,
la gastritis que me dio producto de las miles de pastillas que me tomé a lo
largo de los años para parar los dolores de estómago por un rato mientras tenía
que salir de mi casa, etc. Son experiencias que solo uno las vive y todo este
mundo del gluten free es tan nuevo que no culpo al que no
entiende, porque yo tampoco entendía.
Seguí con los consejos de la doctora y
fui a la cita con una nutricionista y un gastroenterólogo, ambos con
experiencia en pacientes celiacos, que me han ido ayudando a cambiar mi estilo
de vida. La nutricionista ha sido un ángel en este nuevo mundo, ayudándome a
aclarar tanto mis dudas como las de mi familia, ayudándonos a ir cambiando poco
a poco los alimentos por unos más amigables con mi sistema digestivo, así como
mostrándome que se puede seguir comiendo igual de rico y que nada tiene por qué
cambiar, más que las marcas de los productos y tomando las precauciones
necesarias.
Y aquí me tienen el día de hoy, con una
sonrisa, sin dolores de estómago, tratando de subir de peso, sintiéndome más
activa y con una familia que ahora sí me entiende y al igual que mi novio han
sido maravillosos cuidándome con lo que como, me cocinan cosas igual de ricas
que antes y me han ayudado a saber que nada ha cambiado, que sigo siendo la
misma persona que antes, solo hemos cambiado las marcas en los productos del
supermercado que consumimos y eso es todo. Sigo disfrutando y comiendo los
famosos spaghetti de mi familia solo que los míos ahora son hechos con harina
de arroz, sigo cocinando postres solo que ahora cambié la harina y el polvo de
hornear. Y estarme fijando en las etiquetas de los productos todo el tiempo,
les cuento, no es tan cansado después de todo, ya hasta le estoy agarrando
ritmo.
Soy Fran, tengo 23 años y vivo en Costa
Rica, me encanta viajar, no hay nada que me motive más que ahorrar para ir a
nuevos lugares, pero siempre me encanta volver a casa.
Mi bisabuelo paterno fue un señor
italiano, el cual no conocí pero sí sus recetas, especialmente los famosos
spaghetti. Mi familia es muy unida tanto del lado de mi mamá como de mi papá,
las fiestas se celebran en grande y con mucha comida, cosa que nunca falta
gracias a Dios.
Mis grandes pasiones son el ballet,
jazz, yoga y danza en telas, aunque también me gusta probar cosas nuevas.
Soy estudiante de arquitectura, carrera
que demanda gran parte de mi tiempo, por lo que trato de balancearme liberando
estrés por medio del ejercicio y la cocina (especialmente me gusta cocinar
postres).
Voy mucho, mucho a la playa. Desde que
tengo memoria siempre he ido a la playa con mi familia, la ventaja de vivir en
un país donde la playa más cercana queda a 1 hora de la capital facilita las
visitas constantes al mar, me encanta estar descalza y en vestido de baño. El
frío nunca ha sido mi mejor amigo.
Disfruto leer. Amo el té en todas sus
presentaciones, siempre digo que es paz líquida y es muy beneficioso para la
salud. Tengo un perro que es bastante grande el cual me roba el corazón todos
los días, es un fiel compañero y me protege más de la cuenta.
Ah sí... Y de paso debo de comer siempre
sin gluten. Soy celiaca, muy nueva en esto en realidad. Fui diagnosticada en
septiembre 2014 y estoy aquí escribiéndoles después de que mi mamá me motivara
a compartir las pocas y muchas experiencias que he tenido en el transcurso de
estos meses; porque como ella siempre me dice ´´todo pasa por algo´´ siempre
hay un motivo del por qué suceden las cosas y tal vez, solo tal vez uno de los
motivos de que yo haya sido diagnosticada con intolerancia al gluten sea que
por medio de mis experiencias ayude a otros que vienen entrando en este mundo
de la celiaquía, o bien encontrar contactos y amigos que juntos podamos crear
una red de bienestar para intercambiarnos consejos.
¿Cómo me di cuenta que era celiaca?
Desde hace aproximadamente 8 años siempre tenía dolores de estómago y todo me
caía mal (los celiacos saben a lo que me refiero), pero siempre aumentaba en
períodos de estrés; ya fuera por exámenes del colegio o peor aun cuando entré a
la universidad y tenía que presentar las miles de entregas de trabajos que mi
carrera me exigía. Por lo que mis papás (al igual que yo), siempre pensamos que
era estrés y que debía de relajarme y ser una persona más tranquila. Lo
intenté, en serio que sí, hasta que con el paso de los años me fui conociendo
más y conociendo mi estómago; y me fui dando cuenta que en ciertas ocasiones no
estaba estresada ni tensa pero aun así las visitas al baño porque algo me había
caído mal eran frecuentes cada semana, nunca faltaban. Aprendí a vivir con el
problema y ya sabía que pastillas me quitaban este dolor o el otro; hasta que a
inicios del 2014 decidí por mis propios medios buscar ayuda solo para
corroborar que todo anduviera bien.
Tengo la dicha de estudiar en una
universidad del Estado que me ha brindado muchas facilidades, entre ellas las
consultas médicas gratuitas. Por lo que comencé a ir a la clínica de la
universidad para hacerme chequeos rutinarios, le conté a la doctora sobre mis
problemas con el estómago y desde el primer instante sospechó que fuera
celiaca, y me mandó a hacer pruebas de sangre, yo me lo tomé a la ligera y me
dije a mi misma ´´No creo... ¡Jamás! En mi casa siempre comemos pasta y nunca
me ha caído mal. Además esa enfermedad de celiacos es una moda.´´ ¿Por la boca
muere el pez? ¡Já! No creo que haya sido por eso, pero yo era una más de las
personas ignorantes que no conocían sobre el tema, y no los culpo, es una
enfermedad relativamente nueva y hay muchas personas que usan las dietas libres
de gluten para bajar de peso, así como las industrias que venden productos
carísimos sin gluten, sin azúcar y sin nada que te engorde; como me dijo mi
gastroenterólogo ahora todos quieren ser celiacos.
Después de la gastroscopia, del
resultado de la biopsia del intestino, de las pruebas de sangre y de mi cuadro
clínico; la doctora de la universidad me diagnosticó celiaquía y me explicó que
el paso siguiente sería ver a un gastroenterólogo y una nutricionista. ¿Me
deprimí? Sí. ¿Lloré? También. Porque no era justo que yo tan joven con 22 años
tuviera que cuidarme el resto de mi vida con la comida (cosa que todos
deberíamos de hacer de todas formas). Pero, ¿leer por siempre las etiquetas de
los alimentos? No jamás, es demasiado para llevarlo a cabo toda una vida. Mi
familia tampoco entendió bien que era todo eso de la celiaquía, creían que
estaba exagerando si no quería comer algo que no estaba segura si no contenía
gluten, pero no los culpo. Solo uno sabe lo mal que se ha sentido miles de
veces, lo horrible de estar en casas ajenas y el ´´ ¡Oh no! Algo me cayó mal´´,
la gastritis que me dio producto de las miles de pastillas que me tomé a lo
largo de los años para parar los dolores de estómago por un rato mientras tenía
que salir de mi casa, etc. Son experiencias que solo uno las vive y todo este
mundo del gluten free es tan nuevo que no culpo al que no
entiende, porque yo tampoco entendía.
Seguí con los consejos de la doctora y
fui a la cita con una nutricionista y un gastroenterólogo, ambos con
experiencia en pacientes celiacos, que me han ido ayudando a cambiar mi estilo
de vida. La nutricionista ha sido un ángel en este nuevo mundo, ayudándome a
aclarar tanto mis dudas como las de mi familia, ayudándonos a ir cambiando poco
a poco los alimentos por unos más amigables con mi sistema digestivo, así como
mostrándome que se puede seguir comiendo igual de rico y que nada tiene por qué
cambiar, más que las marcas de los productos y tomando las precauciones
necesarias.
Y aquí me tienen el día de hoy, con una
sonrisa, sin dolores de estómago, tratando de subir de peso, sintiéndome más
activa y con una familia que ahora sí me entiende y al igual que mi novio han
sido maravillosos cuidándome con lo que como, me cocinan cosas igual de ricas
que antes y me han ayudado a saber que nada ha cambiado, que sigo siendo la
misma persona que antes, solo hemos cambiado las marcas en los productos del
supermercado que consumimos y eso es todo. Sigo disfrutando y comiendo los
famosos spaghetti de mi familia solo que los míos ahora son hechos con harina
de arroz, sigo cocinando postres solo que ahora cambié la harina y el polvo de
hornear. Y estarme fijando en las etiquetas de los productos todo el tiempo,
les cuento, no es tan cansado después de todo, ya hasta le estoy agarrando
ritmo.
4 comentarios
Muy conmovido al leer esta linda nota de Franchesca Schiamarelli. 22 años de he visto creciendo "flaquita y calladitas" pero hoy mi querida sobrina afectiva, compinche contemporánea de mi hija naty, canta con buen volumen y nos ofrece un testimonio de valor que enseña y alegra. Gracias por invitarme a tu mesa para 2, que pronto será mesa de miles. Éxitos, mil bendiciones, un abrazo! ;)
ResponderEliminarGracias a usted por los consejos y motivaciones para comenzar este proyecto. Siempre invitado a mi mesa para seguir compartiendo. Un abrazo grande!
EliminarEntiendo los dolores de estómago sin razón y el que la gente no entienda porqué la comida le cayó tan mal si a nadie más le pasó. Hasta el momento no soy alérgica al gluten pero sí tengo un estómago muy muy delicado por lo que creo que este blog me va a caer un poco mejor al estómago. Siga adelante con el blog, va a ver que le va a servir a mucha gente! :)
ResponderEliminarAna Lu
www.thingsandcrowns.blogspot.mx
Hola Ana Lu! Gracias por las lindas palabras de motivación. Claro que me identifico con lo que me cuentas, ni te digo cuantas veces me pasó, ya te has ido a chequear? Si encuentras la raíz de tus problemas digestivos va a ser mucho más fácil que te sientas mejor. Te cuento que ser alérgica al gluten es distinto a ser intolerante al gluten, después lo podríamos hablar mejor en otro post :) Espero que te sean de ayuda todos mis tips, me cuentas que tal te caen a tu estómago.
EliminarSaludos!